viernes, 17 de mayo de 2013

Somos extraños de nuevo, pero esta vez con recuerdos

No es un buen día para hablar de cualquier cosa, es el día preciso para hablar de ello.
Hablar para exteriorizarlo, para leer, cada vez que se te pase por la cabeza la idea de volver a intentarlo y tristemente darte cuenta que es mejor que no lo hagas.
No sé que día exactamente empezó todo, ni recuerdo el día que acabó, ni tan siquiera sé a ciencia cierta si hubo un "nosotros" en algún momento.
De lo que sí estoy segura, es de que han sido muchos no, muchísimos los momentos que hemos compartido juntos. Las tardes en busca de alguno de esos papeles necesarios para tu nueva vida aquí, a 100 metros de mí. Las cenas y comidas en el McDonald, acompañas de miradas cómplices, de un cruce de palabras incesante, incluyendo a veces, algún que otro sonroje.
Aquella primera noche juntos, juntos de verdad; en una casa para ti nueva y desconocida, y para mi tan, pero tan familiar. Aquel sofá fue durante años testigo de millones de risas, de comidas, cenas y festejos familiares y también, porque no decirlo, de un montón de malos y tristes momentos para mí.
Pero ese día no había nada malo allí...no lo había porque tú estabas conmigo; porque decidiste abrazarme en lugar de acurrucarte lejos. Porque decidiste besarme en lugar de dormirte. El frío desapareció y se llevó el miedo a su paso.
Después de esa noche vinieron otras quedadas, con algún que otro desacuerdo horario. Llegaron entonces los abrazos antes y después de los besos; esas cosquillas y ese otro montón de miradas y caricias que a veces, hablaban más que nosotros.
Lo que teníamos no era diario, no era una rutina... se producía a veces cada mes, otras cada dos, tres e incluso una vez hasta llegaron a pasar cuatro largos meses. Pero no me importaba, porque sabía que a pesar de reñirse pensando que pasabas de mí, me demostrabas al vernos que te importaba. O al menos eso creía.
Llegó Noviembre, dulce y/o triste Noviembre. Había que plantearse seriamente la decisión de provocar una conversación que me dejara ver un poquito más allá de aquella jodida coraza que estaba cansada de ver cuando no estabas solo.
Indagué, pregunté, y obtuve alguna que otra respuesta. Todo parecía bastante claro y evidente. Hurgamos un poco en esas heridas (o cicatrices) que hoy no sé si duelen, pero que hubo un tiempo en el que sí dolieron, y bastante.
Todo parecía estar claro, pero pocos días después volvimos a cruzarnos en aquella discoteca que ambos frecuentábamos y volvió a no haber un "hola" por tu parte. Ese día no iba a ser yo quién volviera a perder mi dignidad y eso hice, pasé de ti yo también.
Llegó otro 31 de Diciembre. Volvimos a coincidir donde un año antes dejamos de ser tú y yo para convertirnos en algo así como un "nosotros" por decirlo de alguna manera. Aunque, por desgracia esta vez fue diferente. No hubo "nosotros" que valga, no hubo nada, ni "hola", ni "adiós" solamente un par de miradas que se cruzaron por casualidad.
Llegó después Enero, y con él mi marcha a otro país. Porto me estaba esperando para ser testigo de mi vida durante tres meses; largos, cortos, que más da. Ni siquiera el hecho de estar allí me alejo de ti; recordarte era prácticamente diario. Sobraban muchas horas al día para replantearme como sería mi vuelta a España, y la incertidumbre de si las cosas habrían cambiado o no, era mi mayor tormento.
Marzo comenzó y acabo en un pestañeo rápido, y tocaba volver. Triste vuelta, por cierto... No he hablado de él, porque no hay nada que decir, fueron tres meses de silencio por su parte, y lógicamente, también por la mía. Solo recibí un "parabens" (felicidades) el 26 de Febrero en un cutre mensaje privado de aquí el amigo chivato llamado tuenti. Me hizo ilusión, porque no decirlo, pero ya no era como antes. El cosquilleo y las ganas de darle mil gracias por "acordarse" y pasarme horas y horas hablando con él para contarle como me iba todo por allí, habían desaparecido.
Abril ha sido corto..he disfrutado con los míos, no he dejado de viajar e incluso, porque no, de recordarte.. sigues viviendo a 50 metros de mí y ni siquiera te he visto; parece que el destino se empeña en "no cruzarnos".
Raro ¿verdad? Es un contigo pero sin ti constante que me hace replantearme si de verdad ha merecido la pena alguna vez tanto esfuerzo. Aunque por supuesto, no me arrepiento de cada segundo que hemos pasado juntos. Con respecto a decir si me gustaría que se repitiera alguno, de momento voy a abstenerme; prefiero dejarlo estar y que sea el tiempo quién se encargue de cruzarte nuevamente en mi camino si el destino está seguro de que eres esa "media vida", esa "mitad" que todos, por suerte o por desgracia, andamos buscando.

lunes, 13 de mayo de 2013

El sexo de los ángeles

+ Celos??
- Es que no creo que me engañe, lo que me jode es que haya otros que le pueden gustar...
+ Y a ti no te pasa eso??
- Si, pero me aguanto; es que sino, en que consiste el amor??
+ En compartir ideas, deseos, experiencias..pero no va de poner límites en tu vida y menos en la de los demás.
- Pero, si no hay unos límites, no eres una pareja de verdad; solo alguien más.
+ Lo mejor es que cada pareja encuentre sus propios límites. Imponer las reglas de todo el mundo no hace que una relación sea mejor.
- Si pero, en una pareja tienes que ser especial para el otro no??
+ Eso es otra cosa. Tu y yo nos acabamos de conocer y ya eres especial para mí.

jueves, 2 de mayo de 2013

Con C de Canciones

Siempre intenta arreglar sus noches con canciones; unas tristes, otras no tanto.
Escuchar aquel encaje de palabras compuestas todas ellas tan solo por 27 letras, la hacen divagar y adentrarse en sus pensamientos para ver que tal se comportaron sus sentimientos hoy.
Tras sacar sus propias conclusiones y pasar por sus redes sociales, se hecha a dormir, pensando que mañana será otro día y que, al caer la noche nuevamente, volverá a encontrarte con aquellas canciones que, la mayoría de las veces, hablan por ella.
Buenas Noches si aún estáis despiertos.

Seguidores