sábado, 15 de marzo de 2014

Con A de Antonio

Como olvidarte, si apenas levantaba un palmo del suelo y ya estabas dándome lecciones de vida, siempre con tu sonrisa puesta y el beso más cariñoso del mundo esperando verme llegar corriendo (casi volando) por esa cuesta abajo de la calle chica.
No han pasado horas, ni días, ni meses desde que te fuiste, sino años; no sé cuantos exactamente porque creo que ya he perdido la cuenta. Si no recuerdo mal son 5 o tal vez 6, que más da, si para mí el reloj no avanza cada vez que te necesito.
Fuiste, eres y seguirás siendo uno de los puntos de apoyo más importante de mi vida. ¿Qué frase más irónica no? se preguntará más de uno.. ¿como lo vas a seguir siendo si ya no estás?. Nunca te fuiste Canito..yo sé que ahora estás aquí conmigo en Salamanca y que si me voy al fin del mundo, probablemente también me acompañes, porque siempre te ha encantado protegerme, y  estoy convencida de que no he dejado de ser la niña de tus ojos. Me acuerdo cuando mamá me castigaba, y yo te llamaba llorando, porque no era justo que un sábado por la noche tuviera que quedarme en casa por haber llegado el fin de semana anterior 5 minutos tarde a casa; tú hablabas con ella y pum, como por arte de magia, tu pequeña ya no estaba castigada.
"No ves Gilipichi" me decías continuamente, haciéndome sentir la niña más feliz del mundo, porque eso era cuando te fuiste..una niña que se ha convertido en toda una mujer y en parte, te lo debo a ti. Una futura psicóloga, quien me lo iba a decir, si me encantaba jugar con la pizarra, las tizas, y los cuadernos a ser la mejor profesora del mundo; o camarera, como cuando lo era en aquella preciosa barra de bar que montaste en la casa de campo, solo para saciar mi capricho de querer serviros todas y cada una de las bebidas que se consumían en aquel paraíso que habías montado a tu imagen y semejanza.
Podría pasarme horas escribiendo sobre ti, sobre mí, sobre nosotros, porque bua, será por momentos...pero hoy no puedo, me invaden los recuerdos de aquel puto 15 de Marzo y el increíble nudo que se ha formado en mi garganta empieza ya a nublarme la vista.
Con decir que te echo de menos es suficiente, porque sobra decir que te quiero, aunque no te lo dije cada vez que lo pensaba y ahora ya, quizás sea tarde.

viernes, 17 de enero de 2014

Soy una historia más en la ciudad

Ven, no me importa perder un día si es contigo.
Me apetecer ver a alguien más entre estas cuatro paredes, tumbado en mi cama de 90.
Salir de este puto zulo y evadirme por ahí, en cualquier calle donde no se hable de exámenes, donde nadie me recuerde que aún me quedan 3 semanas demasiado complicadas, que se precian a decir se acabó, abandono.
Porque reír hasta tener un dolor de barriga insoportable, contigo, siempre ha sido demasiado fácil y lo echo de menos.
Porque pasear por estas preciosas callejuelas, no es lo mismo, si voy contigo de la mano.
Pero.. (para no variar) no sé donde estás, ni con quién, ni que excusa tendrás hoy para no venir; para dejarme con la miel en los labios (como la última vez) y con un par de palabras bonitas que, sin hechos, sabes de sobra que se vuelven insignificantes para mí.
Más vale nunca que tarde, si vamos a esperar para nada.

Seguidores